Las cuatro semanas adicionales de campaña hacia la segunda vuelta de las elecciones presidenciales parecen haber desgastado el entusiasmo de los brasileños frente a la batalla por la sucesión de Luiz Inacio Lula da Silva en el gobierno del país.
La batalla decisiva entre la candidata oficialista, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y el opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), generó muy pocos incidentes de violencia o de propaganda irregular, según un balance parcial de la Justicia Electoral, dijo DPA.
Según la estadística, a la mitad de la jornada electoral han sido registrados 149 incidentes en todo el país, en los que 77 personas resultaron detenidas, un número bajo en comparación con otros comicios.
En la primera ronda de los comicios, el 3 de octubre, la Justicia Electoral registró casi mil incidentes de ilegalidad, que resultaron en las detenciones de casi 400 personas.
Entre los factores que explicarían el "enfriamiento" del entusiasmo, está el hecho de que las disputadísimas elecciones para gobernador se definieron en la primera ronda del 3 de octubre en 18 estados brasileños, y la disputa sólo siguió en Brasilia y en otros ocho estados.
La tasa real de ausencias será conocida sólo este lunes después de que hayan sido escrutados todos los votos, pero hay fuertes indicios de que será superior al de 18,1 por ciento registrado en la primera ronda, realizada el 3 de octubre.
El hecho de que la segunda vuelta de los comicios se haya realizado dos días antes del Día de los Muertos y en la víspera de la fecha elegida para festejar el día del Funcionario Público en varios estados pudo haber llevado a muchos brasileños a abstenerse de votar para disfrutar el festivo largo.
El voto es obligatorio en Brasil, pero los electores que no estén en la ciudad donde están registrados pueden justificar su ausencia llenando un formulario. La demanda por estos papeles se disparó en muchas ciudades playeras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario